Señora Santa María, Madre de Dios y Madre mía,
Yo…
Aunque totalmente indigno, pero confiado en tu misericordia, que me elige, me llama y me sostiene, e impulsado por afán de servicio y entrega, me consagro a ti, totalmente cuanto soy y tengo en tu Congregación, con el fin y deseo de hacer consciente mi dedicación a la Santísima Trinidad por el Bautismo, en la Santa Iglesia de Jesús tu Hijo.
Te prometo, realizar en plenitud el fin del congregante, de santificación personal y apostolado, con fidelidad a mi reglas, como medio, que tu me señalas, de hacer sangre y alma en nosotros la integridad del cristianismo evangélico.
Acepta, Señora, mi entrega por intercesión de mi patrono San Fructuoso, mantenla, aliéntala y hazla fecunda.
A mayor Gloria del Padre por el Hijo en el Espíritu Santo.