1.Invocar al Espíritu Santo
2.Examinar el día – Pedir perdón por nuestras faltas
3.Dar gracias por alguna cosa concreta del día
4.Pedir algo concreto
5.Propósito para el día siguiente.
Preguntas del examen de conciencia
¿He tenido a Dios presente y le he entregado mi día en cada cosa por encima de todo?
¿He ofrecido el día?
¿He sacado un rato de oración personal?
¿He cuidado y he sido amable con la gente que he compartido el día (amigos, familia, trabajo, universidad, etc.)?
¿He estado disponible para servir en lo que se necesitase a mi alrededor (casa, trabajo, universidad, colegio, etc.)?
¿He sido cariñoso con mi familia, hijos, esposo/a?
¿He aprovechado para escaquearme en algún momento del día?
¿Me ha podido la pereza al levantarme o antes situaciones que no me apetecían?
¿He perdido la paciencia o descuidado la caridad con los demás?
¿He buscado mi propio interés o mi egoísmo?
¿Me he atribuido los éxitos del día o las situaciones del día o he sabido agradecérselo a Dios?
¿He cuidado mi cuerpo y he tenido cuidado ante lo que me expongo?
¿He dedicado más tiempo del necesario a las redes sociales, priorizándolo sobre mis quehaceres diarios?