Publicado por congregacion
Resumen del tema:
Las Reglas de los Ejercicios Espirituales de san Ignacio de Loyola, situadas en el núcleo de la espiritualidad ignaciana, están centradas en el discernimiento de espíritus, buscan ayudar a reconocer las mociones interiores (consolaciones y desolaciones) que afectan al alma, para avanzar en libertad espiritual y elecciones de vida auténticas. Ignacio parte del presupuesto de que Dios habla directamente al corazón mediante estas mociones, que son afectos internos con fuerte carga emocional y direccional, cuyo origen puede ser divino o no. El discernimiento busca distinguir su procedencia, su efecto interior, y si conducen al bien o desvían de él.
Existen dos grandes líneas para entender el discernimiento: una dogmática, que examina la verdad por sus signos externos, y otra ascético-espiritual, en la que se sitúa Ignacio, que observa los efectos internos de las mociones. Las primeras dos reglas ignacianas resumen este dinamismo espiritual: en quienes viven alejados de Dios, el mal espíritu seduce y el buen espíritu remuerde; en quienes avanzan en la vida espiritual, el mal espíritu desanima con obstáculos y falsas razones, mientras que el buen espíritu consuela y alienta a seguir adelante. Así, la clave del progreso espiritual es no detenerse nunca, discerniendo constantemente si se avanza o retrocede en el bien obrar, ya que el lenguaje de los espíritus se adapta a la disposición interior del alma.
