Publicado por congregacion
Resumen del tema:
El Concilio Vaticano II presenta a la Iglesia como el nuevo Pueblo de Dios en camino, una comunidad universal que peregrina a través del tiempo y del espacio, enfrentando persecuciones y sostenida por la gracia de Dios. Esta Iglesia, fundada por Cristo sobre los apóstoles y animada por el Espíritu Santo desde Pentecostés, es visible y al mismo tiempo profundamente espiritual. En esta peregrinación, María ocupa un lugar singular: como la primera creyente, precede con su fe al testimonio apostólico y permanece unida íntimamente al misterio de Cristo y de la Iglesia desde sus inicios. Ella es modelo de fe, testigo excepcional del misterio de Cristo y figura maternal que acompaña espiritualmente al Pueblo de Dios.
María no recibió una misión apostólica directa, pero su presencia en el cenáculo y su constante fidelidad a Cristo, incluso al pie de la Cruz, la convierten en referente y apoyo para la fe de los cristianos. A lo largo de la historia, su figura ha acompañado la expansión de la Iglesia, siendo venerada en templos, santuarios y familias cristianas como la bienaventurada que creyó. Su fe marca el inicio de la nueva alianza y sigue siendo fuente de inspiración para todos los que, en la peregrinación de la Iglesia, buscan en ella un modelo y un sustento para su propio camino de fe.
