Publicado por congregacion
Resumen del tema:
El tema profundiza en cómo cada creyente está llamado a imitar a María como Madre de Dios, no solo en el plano físico, que es único y exclusivo de ella, sino en el espiritual, concibiendo a Cristo por la fe en el corazón y dándole a luz mediante las obras. Esta maternidad espiritual, que hace a cada alma madre de Cristo, es posible y necesaria, pues como enseña la tradición y san Agustín, la Iglesia y cada creyente engendra a Jesús cuando acepta la Palabra y la pone en práctica, convirtiéndose así en verdadera madre espiritual de Cristo. Sin embargo, esta maternidad puede ser incompleta si falta fe o si las obras no nacen de un corazón recto y amoroso, pues la fe sin obras está muerta, y las obras sin fe carecen de valor espiritual.
Además, se explica que para dar a luz a Cristo en nosotros es necesario un compromiso concreto y real de cambio de vida que vaya más allá de la mera contemplación o buenas intenciones, pues solo así se evita un “aborto espiritual”. San Buenaventura describe dos fiestas del Niño Jesús en el alma: la concepción, cuando se recibe la gracia y se decide cambiar, y el nacimiento, cuando ese cambio se pone en práctica. Aunque este camino es arduo y enfrenta tentaciones externas e internas, la fe y la confianza en Dios permiten superar los obstáculos. Así, imitar a María significa llevar a Jesús en el corazón y manifestarlo con obras sinceras, siendo madres espirituales que hacen nacer a Cristo en el mundo a través de una vida transformada y activa en la fe.